Fue un año particular en Wimbledon, por la prohibición de tenistas de Rusia y Bielorrusia, sin embargo se dió algo muy particular en la final femenina.
Elena Rybakina, jóven de 23 años, oriunda de Rusia pero nacionalizada en Kazajistán se consagró campeona, al derrotar a Ons Jabeur por 3/6 6/2 6/2.
Uno de los eventos deportivos más importantes del mundo del tenis, no contó con la presencia de grandes tenistas como Danil Medvedev, Rublev, Khachanov, Azarenka, Karatsev, Kasaktina, Sabalenka, entre otros y otras.
Sin embargo, el caso de Rybakina es diferente. Ella nació y creció en Moscú pero hace unos años se nacionalizó en Kazajistán, por eso pudo competir en el torneo.
«He jugado por Kazajistán desde hace mucho tiempo. Estoy muy contenta de representar a Kazajistán. Ellos creyeron en mí, ya no hay más preguntas sobre cómo me siento. Tengo un largo trayecto como jugadora kazaja», comentaba Elena luego de ganarle a Halep.
De esta manera, Rybakina, consigue su tercer título y el primer Grand Slam de su carrera.