El tenista australiano de 27 años, Nick Kyrgios se presentó ante el tribunal de Canberra y reconoció haber agredido a su ex pareja, Chiara Passari hace dos años.
En el momento de la situación de agresión, Kyrgios sufría de una depresión severa, insomnio e ideas suicidas, comentó un psicólogo a la Corte Suprema Australiana.
A pesar de haber reconocido el hecho, la magistrada, Jane Campbell no lo declaró culpable por considerarlo un delito de baja gravedad y consideró que fue mas bien un hecho de «estupidez» y «frustración«.
El tenista emitió un comunicado diciendo lo siguiente:
«Respeto el fallo de hoy y estoy agradecido con la corte por desestimar los cargos sin un veredicto de culpabilidad».
Y continuaba, «La salud mental es un problema complicado. La vida puede ser abrumadora, pero he encontrado que pidiendo ayuda y trabajando en mí mismo puedo sentirme mejor”.
